DE DONDE NACE LA GARRA

La vida es un viaje lleno de caminos inesperados y decisiones vitales. Para mí, el camino hacia el descubrimiento de mi verdadera pasión no fue una línea recta, sino una serie de vueltas y desvíos que me llevaron a encontrar mi pasión interior que yo llamo «la garra».

El comienzo del camino

Desde muy joven, soñaba con ser arquitecta efímera, creando espacios de conciertos que contaran historias a través de su diseño. Con solo 15 años, me sumergí en el mundo del arte al ingresar a la Escuela de Artes de Zaragoza. Este fue el primer paso hacia la búsqueda de mi pasión, aunque el destino tenía otros planes para mí.

Por circunstancias de la vida, terminé trabajando en Atención al Cliente de Media Markt durante toda la carrera para poder pagarla (la crisis hizo mella en mi familia) y estudiando Magisterio de Primaria. Aunque no se ni como acabe ahí… no me gustaban los niños y no tenía paciencia para ello… aunque dentro de este campo encontré un gran saliente al que me agarre con todas mis fuerzas, los niños con necesidades educativas especiales, disfrutaba y me llenaba de amor pasar tiempo con aquellas criaturas llenas de amor y sinceridad. Sin embargo, cuando terminé la carrera tuve que decidir si me quería enfrentar a unas oposiciones que me iban a consumir mi salud mental o seguir trabajando en una empresa que no acababa de llenarme profesionalmente (aunque estuve 5 años…), en definitiva, algo faltaba en mi vida profesional.

Esa chispa creativa que me había motivado desde el principio se estaba apagando. Sabía que tenía que encontrar un camino que me permitiera volver a brillar.

Un giro inesperado

Las dudas acerca de mi futuro comenzaron a acumularse. Y en medio de todas estas dudas, un amigo me propuso tomar un café para conversar sobre nuestras vidas y básicamente que queríamos hacer, vamos… lo que viene a ser un café en el que solo te quejas de tu vida. Fue durante ese encuentro cuando me habló de un grado superior de Marketing y Publicidad que estaba estudiando en CEFOR Izquierdo, un centro concertado en Zaragoza.

Su entusiasmo por el marketing y el diseño me ayudo a recordar aquello que me hacía sentir viva, y decidí investigar un poco más. Fue un momento de iluminación en mi vida. En el marketing y el diseño, vi una oportunidad para fusionar mi amor por la creatividad con un enfoque más estructurado y estratégico.

Encontrando mi verdadera vocación: mi garra

Con ganas de seguir formando mi futuro, me inscribí en el grado superior de marketing y publicidad. De repente, todo encajó. Me sentí como si finalmente estuviera en el lugar correcto, haciendo lo que realmente amaba. Durante mis prácticas de marketing y diseño gráfico, descubrí la emoción de crear campañas visuales que capturaban la esencia de las marcas. Aprendí a diseñar sitios web que no solo eran brutales, sino que también comunicaban mensajes poderosos.

A lo largo de mi carrera, trabajé en desarrollo web y asumí el papel de directora del departamento de marketing y diseño gráfico en una empresa. Aquí, tuve la oportunidad de llevar a cabo proyectos nacionales e internacionales, tanto digitales como impresos. Fue una experiencia enriquecedora que me enseñó mucho sobre la importancia de mantenerse fiel a una misma y nunca dejar de aprender.

La garra que impulsa mi vida

A través de mi viaje, he aprendido que la verdadera pasión nace de la constancia y el deseo de superarse día tras día. Mi enfoque es el de avanzar paso a paso, enfrentando cada desafío con garra y ambición. La garra que impulsa mi trabajo es la misma que me ayudó a encontrar mi camino en un mundo lleno de posibilidades.

En Con Garra Design, me esfuerzo por inspirar a otros a ver el diseño como un campo lleno de potencial creativo. Mi misión es ayudar a las marcas a destacar, mostrar su esencia única y contar historias que se recuerden e impresionen a las personas.

Mi reflexión…

Esta historia no es solo sobre encontrar mi pasión, sino también sobre la importancia de no rendirse. A todos aquellos que están en su propio viaje de autodescubrimiento, les animo a seguir explorando, a escuchar su intuición y a perseguir sus sueños con garra y determinación.

La vida está llena de oportunidades, y es nuestra responsabilidad abrazarlas con valentía y entusiasmo.

¡No te conformes!

Encuentra tu garra y deja que te lleve a lugares que nunca imaginaste.